“nunca pierdas contacto con el suelo, porque solo así tendrás una idea de tu estatura” (Antonio Machado)


El compostaje doméstico es una forma natural de reciclaje que consiste en la transformación de la materia orgánica en abono natural a través de un proceso controla de descomposición.

 

Compostar significa someter los residuos orgánicos a un proceso de descomposición aerobia controlada del que resulta una sustancia orgánica rica en minerales, nutrientes y microorganismos, el compost. Es la versión acelerada del proceso de descomposición que en la naturaleza da lugar al humus, responsable de la riqueza de nutrientes, la correcta absorción de la luz y la humedad, la aireación y el drenaje de los suelos, es decir, de su calidad.

 

Separar y reciclar la fracción orgánica evita la generación de metano por la descomposición de esta materia en los basurales a cielo abierto o rellenos sanitarios. El metano, CH4, es responsable de más de un tercio del cambio climático antropogénico (causado por el hombre). Su potencial de calentamiento global (para atrapar el calor en la atmósfera), es 21 veces mayor que el CO2.

 

La preparación de compost, que puede ser utilizado como abono sustituyendo el uso de fertilizantes químicos, lleva consigo una reducción de los residuos urbanos y las emisiones de CO2 asociadas al transporte de los mismos y a su tratamiento en vertederos.

 

 

El Dato:

A nivel global, los vertederos son la tercera fuente de emisión de metano en el mundo, emitiendo aproximadamente el 11% de las emisiones mundiales.

 

De cada 100kg de residuos orgánicos se obtienen 30 kg de compost. Además, una capa de entre 5 cm y 10 cm de compost facilita la conservación de la humedad de la tierra y puede reducir el consumo de agua entre un 30% y un 70%.

 

Otra opción con los residuos orgánicos es la valorización energética, que consiste en producir biogás que se puede usar como combustible para producir electricidad o calor.
El gas de vertedero (LFG) se crea a partir de la descomposición de materia orgánica en los vertederos de desechos sólidos municipales. Este gas consiste de aproximadamente un 50% de CH4, y un 50% de CO2. En los últimos años se está comenzando a capturar, convertir y utilizar el LFG como fuente de energía lo que ayuda a evitar que el metano migre hacia la atmosfera y contribuya con el cambio climático.
 
 

Recomendaciones:

 

El lugar: El compostaje casero puede hacerse en distintos recipientes o contenedores. Como es un proceso aeróbico, es decir necesita oxígeno, el recipiente debe ser aireado. Por ejemplo: tachos agujereados o contenedores hechos de malla de alambre o de tablitas de maderas separadas.

 

Contenido: Restos frescos: descartes de verduras crudas y frutas, cáscaras, yerba, té y borra de café, flores marchitas, hojas o pasto verde.

Restos secos: hojas secas, pasto seco, aserrín, papel de cocina.

 

EVITAR colocar restos de comida cocida, residuos grasos o huesos que tardan mucho tiempo en degradarse y pueden atraer insectos y generar olores.

 

El proceso: se apoya en la acción de los microorganismos descomponedores. Por lo tanto debe tener buena aireación, humedad y temperatura moderada.

Usar recipientes que permitan el ingreso de aire. Remover el material periódicamente para airear. Colocar la compostera en lugar ventilado y protegido a la excesiva exposición al sol.

Colocar los desechos por capas, alternando restos frescos y secos, cuando más pequeños sean los trozos, más rápido será el proceso.

 

Mantener la humedad: pero sin exceso porque quita aireación.

Mantener la aireación: cada semana remover la mezcla, airear.

Mantener la temperatura tapando con pasto seco u hojas. Esa operación evitará malos olores y acelerará el proceso.

 

Cuando está listo se caracteriza por un aspecto homogéneo, color oscuro, no se distinguen los residuos de origen y el olor es agradable (olor a tierra de monte)

Mezclá el compost con la tierra del suelo antes de plantar flores o sembrar vegetales ¡es muy poderoso!