Los controles ocupacionales en las unidades, habitaciones o espacios se pueden realizar de forma manual o automática a través de un sistema de tarjetas habilitadoras de encendido.
Existen interruptores y/o reguladores para adaptar el nivel de iluminación por zonas:
- Detectores de presencia: son dispositivos que encienden o apagan las luces de una zona cuando detecta la presencia de personas.
- Pulsadores temporizados: son mecanismos que, una vez pulsados, mantienen encendido el alumbrado durante el tiempo programado evitando dejar luces encendidas por olvido en habitaciones con escasa ocupación.
- Reguladores de iluminación: son mecanismos que permiten variar la intensidad de la luz de una lámpara consiguiendo diferentes ambientes según nuestra conveniencia y nuestras necesidades, desde la penumbra hasta la claridad máxima, lo que racionaliza el consumo y ahorra energía.
El Dato:
Atenuar las luces un 25% ahorra un 20% de la energía utilizada y prolonga 10 veces más la vida útil de la bombilla.
La herramienta más poderosa para potenciar las virtudes de la luz natural es el color. Para facilitar el buen uso de la luz natural se pueden pintar los locales de colores claros, de forma que se maximice la efectividad de la luz suministrada y utilizar persianas o cortinillas en escaparates, que permitan regular la luz natural y eviten deslumbramientos.
Recomendaciones:
La regulación del nivel de la iluminación se puede hacer de dos formas:
- A través del control de la iluminación tanto diurno como nocturno, lo que permite ahorrar un 10% de energía.
- A través de la posibilidad de adaptar la intensidad de la luz, lo que permite ahorrar un 20% de energía.
- Limpia de vez en cuando los focos o lámparas. El polvo acumulado puede entorpecer la llegada de la luz y hacer que sea menos nítida y se pierda.
- Utiliza sensores de luz en zonas con luz natural: estos sistemas se basan en la instalación de una serie de fotocélulas que se utilizan para apagar la iluminación cuando la luz natural es suficiente, y también, cuando las luminarias disponen de balastos electrónicos regulables, para ajustar la intensidad de las lámparas en función de la luz diurna disponible. Es de aplicación tanto a la iluminación interior como la exterior.
Establecer un protocolo de iluminación, según horas de sol y uso:
Al establecer un protocolo de apagado automático de la iluminación al finalizar el horario laboral se puede evitar el consumo de energía y las emisiones de CO2. La reducción de CO2 que se consigue con esta medida equivale a las emisiones que se emiten en un viaje en coche de 96 km.
El uso de luz natural tiene un impacto muy positivo en el aspecto del espacio iluminado y su buen uso reduce el consumo de energía. Lo ideal es utilizar al máximo las horas de luz de las que podamos disponer. De manera que el elemento principal e indispensable para el aprovechamiento de la luz natural es la ventana.