La reducción de materiales en la producción es una estrategia atractiva para reducir los costos pero también para reducir las emisiones de CO2 asociadas a la extracción, producción, logística de las materias primas y la gestión de los residuos.
Desde la elaboración del producto, su embalaje, el transporte hasta el lugar de venta y el proceso necesario para su eliminación cuando lo desechamos, todo tiene un impacto en forma de emisiones de CO2 .
Los productos desechables generalmente tienen una vida útil muy corta y suelen estar fabricados con materiales como el plástico o el poliestireno, cuyos procesos de transformación son intensivos en el consumo de energía y, por tanto, en la generación de emisiones de CO2.
El modelo de vida actual está generando que, cada vez más, se utilicen productos desechables que reducen, por ejemplo, los tiempos de limpieza y, en principio, aumentan la comodidad. Sin embargo, la producción de nuevos materiales, que en ocasiones no pueden ser reciclados, o no se separan y se disponen para el reciclaje, supone un consumo de energía considerable. Además, la brevedad de la vida útil de algunos productos genera implicaciones negativas como el mayor consumo de petróleo, del que se obtienen los plásticos de muchos productos para, en ocasiones, realizar un único uso. Esto genera en ocasiones un mayor costo a largo plazo aunque en un primer momento pudiera parecer que ahorramos en el material: si se analiza el ciclo de vida de muchos productos, los procesos de reutilización generan mayores ventajas.
La optimización del empaquetado de los productos, además de dar respuesta a las demandas de los consumidores que cada vez más buscan productos sostenibles permite, a través del ecodiseño, reducir costos de almacenaje, de transporte y de uso de energía y de materias primas. Y esto genera una reducción de emisiones de CO2.
El Dato:
¿Sabías que 1 Bolsa de tela reemplaza a 24 bolsas de plástico al mes, 288 bolsas al año, cuando en promedio solo la utilizamos durante 30 minutos y tarda 150 años en degradarse en la tierra?
En el desayuno, utiliza vajilla de vidrio, porcelana u otro material reutilizable (evita los vasitos de telgopor, éste nunca se desintegra!!!).
Recomendaciones:
- Se puede evitar el uso de productos de usar y tirar: manteles, servilletas, platos, vasos, cubiertos, etc. Sustitúyelos por manteles, platos y vasos realizados con materiales lavables o reutilizables.
- Sustituye productos de un solo uso por otros reutilizables: mecheros, bolígrafos, cartuchos de tinta y toner reciclados, etc. Existen muchos productos que permiten un uso más allá del primero.
- Elige pilas recargables.
- Salvo que sea necesario para preservar la calidad del producto evita que los envoltorios innecesarios.
- No utilices bolsas de plástico si no es necesario, no las solicites en las tiendas y centros de consumo. Ofrezca a los clientes bolsas de tela o ecológica para que hagan sus mandados, ¡es una forma de publicidad también!
- Organiza tus campañas de publicidad y piensa si es necesario hacer folletos, carteles y otros productos desechables. Y ajusta el número, los materiales y las herramientas a utilizar.
- Utiliza las dos caras de una hoja de papel cuando escribas.
- Utiliza envases retornables cuando sea posible.
- No ofrezcas sorbetes o “pajitas”
Desperdicios:
1/3 de toda la comida producida es perdida o desperdiciada cada año (con ¼ de esa comida desperdiciada sería suficiente para terminar el hambre en el mundo).
En el planeta se desechan 1.300 millones de toneladas anuales de comida. Solo en América Latina se desperdician 348.000 toneladas al día.
El Dato:
- La falta de previsión a la hora de realizar la compra, representando el 60% del desperdicio.
- Con un 30%, nos encontramos con una mala gestión durante el almacenaje y elaboración, al no tener en cuenta, por ejemplo, las fechas de caducidad.
- La comida que los comensales se dejan en el plato, debido en muchas ocasiones, al tamaño excesivo de las raciones, representando el 10% restante.
Recomendaciones:
- Planifica tu menú. Diseña el menú en función de los clientes
- Haz una compra responsable. Con una previsión adecuada podrá adaptar las cantidades durante la compra, el almacenamiento y la preparación según la demanda de sus clientes, con lo cual reducirá sus desperdicios.
- Conserva adecuadamente los alimentos.
- Intenta comprar productos de temporada y consume la comida por orden de entrada.
- Realiza una correcta gestión de la despensa y de los pedidos.
- Un control preciso de las raciones es clave para reducir el desperdicio y aumentar la rentabilidad.