“Nada se pierde, todo se transforma” (Jorge Drexler)


No todas las transformaciones son eficientes, cuando una forma de energía se transforma en otra se produce una pérdida de energía aprovechable, normalmente en forma de energía térmica. Por ejemplo, una lámpara incandescente transforma el 10% de la energía eléctrica en luz y el 90% en calor.

Una lámpara fluorescente compacta utiliza dos tercios menos de energía que las lámparas incandescentes, para proporcionar el mismo nivel de iluminación y puede durar entre seis y diez veces más, a su vez, las luces LED son más eficientes ya que transforman hasta el 90% de su energía en luz y el 10% en calor.

LED significa “Diodo emisor de luz” y está formado por materiales semiconductores que emiten luz o radiación que se transforma en luz. Las bombillas LED tienen una vida útil entre 10 y 30 veces mayor que las bombillas incandescentes (de media hasta 25.000 horas de vida útil).

 

 

El Dato:

- La iluminación supone en promedio un 20% del consumo eléctrico de las empresas. Las bombillas LED tienen una alta eficiencia energética (sobre todo si cuentan, al menos, con la etiqueta energética A+) y permiten reducir el consumo de energía eléctrica hasta en un 80-90%.

 

- Las bombillas LED permiten ahorrar hasta un 90% de la energía eléctrica consumida en comparación con las bombillas incandescentes, con la misma calidad de luz. La mayor inversión inicial se compensa por la vida útil más amplia que la de las convencionales.

 

Algunas de las ventajas que ofrecen las bombillas LED son:

- Ofrecen la máxima intensidad luminosa instantáneamente, resisten muy bien los encendidos y apagados continuos y proporcionan un alto índice de reproducción del color.

- Además permiten el uso de reguladores de intensidad. Se dañan por altas temperaturas por lo que incorporan materiales y estructuras disipadores del calor.

- No contienen mercurio.

- Generan el mayor ahorro económico en consumo eléctrico a lo largo de su vida útil, aunque tienen mayor precio de compra que las bombillas de bajo consumo.

- Aunque el coste de la bombilla LED es mayor, comparado con una bombilla fluorocompacta-CFL, el plazo de recuperación es de unos 3 años por la reducción de costos anuales vinculados al consumo de energía.