“No es lo mismo residuo que basura”


Separar: es dividir los residuos en conjuntos de materiales teniendo en cuenta las posibilidades posteriores de recuperación y reutilización.

 

Reutilizar: es dar un nuevo uso a los residuos buscando maximizar la utilidad de los objetos antes de deshacerse definitivamente de ellos.

 

Reciclar: es transformar los residuos en materia prima para la producción de otros productos nuevos.

¡Los residuos deben estar limpios y secos!

 

 

Separar los residuos de envases para poder proceder a su posterior reciclado significa reducir el trabajo de extracción, transporte y elaboración de nuevas materias primas, lo que conlleva una disminución importante del uso de la energía necesaria para llevar a cabo estos procesos.

Reciclando disminuimos la presión sobre los recursos naturales, disminuimos las emisiones de CO2 y ayudamos a proteger el clima.

 

Vidrio:

El vidrio es un material ideal para envasar casi cualquier tipo de alimento o bebida, y además es 100% reciclable y no hay límites de veces para hacerlo.

Se necesita apenas el 25% de la energía necesaria para hacer el vidrio nuevo.

El vidrio tarda más de 4.000 años en desintegrarse.

 

Plástico:

Una botella de plástico puede tardar 1.000 años en degradarse.

Reciclar una botella de plástico ahorra la cantidad de energía necesaria para hacer funcionar una lámpara de 60 watts durante 3 horas.

 

Papel:

Por cada tonelada de papel reciclado es equivalente a no talar 20 árboles, a no usar 1.500 litros de gasoil, 4.000 kilowats de energía y 25.000 litros de agua.

Esos 20 árboles podrían absorber un total de 110 kg de CO2 por año.

 

El Dato:

Reciclar un envase grande de yogur ahorra la energía necesaria para mantener encendida una bombilla durante 1 hora.

Por cada botella de vidrio que se recicla se ahorra la energía necesaria para tener un televisor encendido durante 3 horas.

Al reciclarlo se ahorra alrededor del 30% de la energía que se utiliza para fabricar sus componentes originales. También se evitan alrededor del 20% de las emisiones de CO2 (cada tonelada de vidrio reciclado evita la emisión de unos 671 kilos de CO2).

También:

- Se ahorra energía y  se evita la extracción de materias primas de la naturaleza.

- Se reduce la contaminación del aire: la reducción de la quema de combustibles fósiles para fabricar nuevos envases y la emisión de CO2 en el proceso de fundición se reduce un 20%.

- Se reduce el consumo de energía. El reciclado de 3 botellas de vidrio equivale al lavado de ropa de 4 personas ¡3 VECES!

- Se reduce el consumo de materias primas. Reciclando 3.000 botellas se ahorran 1,2 toneladas de materias primas, reduciendo así la erosión por extracción de tierras.